“To share is to care” – “We have the Lights, You have the Rights”

28/10/2015
by Asociación Youropía

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Ha pasado ya casi un mes desde que el seminario “Light your rights: Reveal the social value of Youth Work” finalizase cerrando sus puertas con un más que gran éxito. Llevado a cabo por las dos organizaciones “Youth Express Network (Y-E-N)” y “Roots and Routes (R&R)” dentro de la 16ª Edición de la Universidad de la Juventud y el Desarrollo (UYD) entre los días 20 y 27 de septiembre en las instalaciones de la CEULAJ (Centro Euro Latinoamericano de la Juventud) situadas en el pequeño pero tranquilo y acogedor pueblo de Mollina (Málaga – España).

Allí, un grupo de unas 22 personas en contacto con el mundo de la educación no formal, en un grado u otro, y provenientes de 9 países europeos diferentes, nos reunimos con un fin común: debatir acerca del concepto de la inclusión social, los derechos humanos y sociales y tratar de valorizar el trabajo en el ámbito de la juventud y, como aditivo, hacerlo de una manera un tanto “original”, por así decirlo, utilizando herramientas artísticas para ello.

Pero esto no solo se queda aquí. Participar de este seminario también significó la oportunidad de ser parte de algo mucho más grande: tener la oportunidad de relacionarse con otras 150 personas participantes de muchos más países del resto del mundo dentro del marco de la UYD (University of Youth  and Development) y de otros tantos más cursos de formación, seminarios, etc. Con un único lema por bandera: “youth.org: Actors for Change”. El poder de implementar las actividades se vio más que claro.

El programa del  seminario  “Light Your Rights” dedicó sus 3 primeros días a explorar y después afianzar los conceptos de la Inclusión Social, los Derechos Sociales y Humanos para después darnos herramientas artísticas para poder expresar nuestras propias conclusiones e ideas.

Tratando de resumir el proceso, a través de un ejercicio de simulación, todo el grupo trato de definir lo que significaba para nosotros la inclusión social y cuales elementos eran los esenciales para que esta fuera alcanzable. Para todo el grupo quedo bastante claro que la labor del voluntariado y la participación social era algo imposible de descartar dentro de este proceso. Nos dimos real cuenta de ello cuando tuvimos la oportunidad de contar nuestras historias personales en el marco de una actividad que se tornó bastante emotiva pero que sirvió para cohesionar todavía mucho más a un grupo de fuertes personalidades con ansias de experimentar y voluntad férrea de trabajar y conseguir un objetivo común. El grupo se dio cuenta casi instantáneamente del valor del trabajo en el ámbito de la juventud, tan solo analizando como éste había cambiado nuestras vidas reuniéndonos a todos en el mismo espacio de trabajo, en el mismo centro, en el mismo pueblo, en el mismo país, al mismo tiempo… etc.

Los días siguientes de resumen en el trabajo de profundizar y debatir acerca de los derechos sociales y humanos a través del juego “Enter Dignityland” que nos ayudó a entender como los derechos y las políticas sociales funcionan actualmente.  Aún sabiendo que se trataba de un juego de simulación, enseguida comenzamos a relacionarlo y compararlo todo con las realidades que cada país de cada participante vivía en la actualidad. Experimentamos varios shocks gracias al “efecto espejo distorsionado” de las diversas realidades que en ese momento se fueron revelando dándonos cuenta del importante valor que a día de hoy tienen las ONG’s como entidades de cooperación internacional tratando de balancear y mantener un equilibrio equitativo e igualitario para todo el mundo (hecho que nos pareció utópico pero al mismo tiempo por lo que merece la pena luchar y trabajar muy duro).

Durante los días siguientes la creatividad tomó su parte dentro de la programación establecida. Muchos talleres artísticos se organizaron para que cada uno de nosotros, los participantes, nos sintiéramos cómodos con las disciplinas, talentos o habilidades que pensábamos o estábamos seguros de poder aportar al resto del grupo. Se trataba de poner en practica todo aquello que habíamos trabajado y debatido los 3 días anteriores. Se nos puso a prueba para tratar de evaluar como funcionábamos tanto individual como grupalmente bajo presión: una representación de menos de un minuto en la que debíamos expresar que significaba para nosotros el término de la exclusión social, sentirnos excluidos, y el proceso hacia una inclusión efectiva y positiva. He de decir que dicha experiencia, para mí, podría quedar resumida en un gran “WOW”. Cada uno de nosotros fue capaz de transmitir un mensaje, en un grado u otro, poderoso.

El quinto día se tornó un caos emotivo para todos nosotros, la oportunidad de ser incluso más visibles, de crear un impacto local se tornó realidad y lo que en un principio parecía ser un producto para y por nosotros, rápidamente cambió a: “demostrarles a todo el resto de participantes y al pueblo de Mollina quienes somos, que estamos haciendo aquí y que queremos transmitir”.  Resumiendo el proceso arduo, duro, estresante, frustrante y liberador: se trataba de realizar una “performance” en la que todo el grupo tendría  que formar parte con el único objetivo de mostrar a la audiencia los resultados de nuestro trabajo sobre el termino de la Inclusión Social y los Derechos Humanos.

Un lema rápidamente se incrustó en nuestras cabezas: “We have the light, You have the right” (Tenemos las luces, vosotros los derechos). “Light your Rights” fue el nombre del seminario, creo que la conexión es más que evidente.

La organización del grupo fue algo costosa, muchas personas se sintieron frustradas, muchas ideas eran dispersas, otras se perdieron en el aire… hasta que los participantes con un poco más de experiencia decidimos tomar el control y coordinar diferentes grupos de trabajo. De todo ello un grandioso producto final nació de nuestras diversas personalidades y habilidades creativas: Una performance basada en la música original, en el baile y danza libre, en un “slam poetry”. Algo que el grupo definió como una “performance desde el corazón”.

He de decir que disfruté como un niño de todo momento, que decidí empoderarme a mí mismo decidiendo bailar (no se podría decir que sea algo que se me de bien o que me guste) y también delegando responsabilidades en otras personas que así yo consideré merecían un pequeño “empujoncito”.

Con respecto al gran evento, mantuve una visión muy crítica acerca de todo, hubo momentos en los que nuestro grupo se sintió fuera de lugar, desconectado de lo que ocurría a gran escala dentro del UYD y el CEULAJ,  también en varias ocasiones incomprendido, pero tras nuestra performance se nos valorizó y conseguimos ser, porque no decirlo, el “training” del que todo el mundo habló durante varios días dentro del CEULAJ. Y yo… como parte de ello, me sentí  contento y orgulloso por todo el trabajo allí realizado.

A día de hoy solo puedo dar gracias a “Youropia” por la oportunidad, porque gracias a esta experiencia he crecido no solo como persona, sino también como futuro profesional dentro del ámbito de la educación no formal, de la participación social y el voluntariado.

He de decir que el hambre de más experiencias de este tipo ha crecido exponencialmente dentro de mí. Que muchas de las ideas o barreras que yo mismo me había impuesto desaparecieron por completo. Que puedo ser una persona con un espíritu muy crítico y con una personalidad bastante directa, o como una compañera decidió definir: “aplastante y sincera”, lo cual no deja de ser un arma de doble filo con la que sigo manteniendo una lucha diaria.

Gracias al “CEULAJ” y a la “UYD”, gracias “Y-E-N” y “R&R” y gracias a los participantes del seminario “Light Your Rights”.

Gabriel Quiroga Hevia

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