La experiencia de Eima: Erasmus+ estudios y prácticas

En el segundo año de la carrera en Lenguas Modernas (inglés y español) decidí participar en el Erasmus+ movilidad en la Universidad de Oviedo. Hice un viaje desde Lituania hasta Asturias con la intención de pasar solo un cuatrimestre, pero me quedé un año entero porque en Asturias estaba a gusto. Durante ese año conocí a la gente local e internacional que también participaba en intercambios europeos, aprendí más sobre la cultura, gastronomía, particularidades de la región, también visité rincones más bonitos de Asturias y disfruté de la naturaleza tan maravillosa.

Al principio, tenía mucho miedo por la barrera del lenguaje, hubo momentos de no entender nada o anécdotas de entender algo mal por completo, pero poco a poco fui acostumbrándome y aprendiendo cada día más. Conocí a otros estudiantes de intercambio y puedo decir que es muy confortante buscar y encontrar a alguien quién entienda y comparta una experiencia similar, por eso hay grupos de jóvenes dónde uno puede encontrar apoyo, comprensión y compañerismo.

Erasmus+ me dio la oportunidad de vivir una experiencia de estudiante en otro país. Desarrollé más confianza en el uso del idioma que mejoró por estar constantemente rodeada de la comunidad hispanohablante; hice amistades profundas y conocí a unas voluntarias de Youropía, así me enteré de la asociación que me interesaba. Como todavía me quedaba la posibilidad de hacer prácticas universitarias con Erasmus+ y tenía muchas ganas de hacerlas en Youropía, me puse en contacto con ellos y unos meses después me encuentro en la oficina compartiendo mi experiencia.

Durante las prácticas participé en una charla de movilidad para los jóvenes con menos oportunidades, tomé parte en un proyecto de intercambio europeo y con ayuda organicé un taller de cocina lituana; la mayor parte del tiempo pasé en los campamentos urbanos que era uno de mis intereses principales; quería saber la realidad del trabajo con los niños/as y aprendí mucho de mis compañeras y compañeros. Debo decir que el comienzo era estresante por estar metida en un ambiente desconocida para mí, pero la experiencia me dio la oportunidad de crecer, sobre todo personalmente, y el tiempo pasado entre los niños me hizo ver ese otro mundo con una perspectiva diferente. Aparte de participar en las actividades, tuve la oportunidad de ayudar tanto a desarrollar el programa de los campamentos, como conocer la preparación necesaria. Ahora conozco mucho mejor las particularidades de ese tipo del trabajo y estoy muy feliz de haber tenido esta oportunidad de aprender tanto.