Where is my mind? — Curso de formación en Finlandia
Del 9 al 16 de septiembre tuvo lugar en Finlandia un curso de formación llamado “Where is my mind?”, un proyecto dirigido a trabajadores juveniles centrado en salud mental, autoconocimiento, gestión emocional, comunicación y mindfulness en el trabajo juvenil. A este curso enviamos a tres participantes de España.
En esta entrada del blog, Carmen y Ariel nos cuentan cómo fue su experiencia y las actividades que llevaron a cabo durante la semana:
Carmen:
“El día de llegada fue una mezcla caótica de emociones. Por un lado, ya me sentía muy cercana al equipo español porque había viajado con Ariel durante más de 24 horas, y conocía a Adrián de un proyecto anterior, así que éramos como tres amigos embarcándonos juntos en esta aventura y experiencia de aprendizaje. Corrimos hacia el autobús porque teníamos muy poco tiempo entre nuestro vuelo y el bus, y fue toda una aventura atravesar el aeropuerto con nuestras maletas, ¡pero lo logramos! Conectando con otras opciones de transporte, logramos encontrar la asociación anfitriona, donde nos recibieron con gran entusiasmo y nos ofrecieron comida recién preparada de uno de sus talleres. Estábamos hambrientos y pensamos que era la hora de la cena, ya que eran las 5 p.m. y nos habían dicho que sería alrededor de las 6 p.m., ¡lo cual, como españoles, nos parecía una locura! Luego, junto con otros participantes, tomamos el último autobús hacia el lugar del curso. La ubicación era preciosa, y allí cenamos… la verdadera cena, aunque ya no teníamos mucha hambre. La primera noche fue bastante tranquila: conocernos, comer y organizar nuestras habitaciones. El lugar era increíble, rodeado de naturaleza y con lo que parecía un lago, que resultó ser el mar Báltico.
Al día siguiente fue la introducción al tema y la presentación del curso. Comenzamos las actividades de team-building y de formación, empezando con un juego de nombres y dibujando las caras de los demás con el objetivo de ver cómo nos perciben las personas y quiénes somos, y para conocernos un poco mejor. Estas dinámicas trabajaban simultáneamente ambos objetivos, creando un clima de confianza e invitándonos a abrirnos para poder trabajar más cómodamente los días siguientes y profundizar en los temas del curso. Parte del grupo (yo también, por supuesto, porque me lanzo a todo) incluso fue a nadar juntos en el “lago” entre actividades, aprovechando los descansos.
Se discutieron temas emocionales profundos, y creo que los formadores lograron crear un ambiente perfecto de confianza y apertura para aprender y explorar cómo abordar la salud mental. Estos momentos de risas y confianza son tan necesarios cuando se tratan temas tan sensibles, y creo que fue un éxito rotundo que la mayoría del grupo se sintiera cómoda trabajando y aprendiendo desde el primer día.
El primer día oficial del curso de formación se sintió como si hubiera estado allí una semana. Hice algunas “amistades” y encontré personas que sentí podrían apoyarme si tuviera un colapso, porque a veces los temas del curso pueden ser difíciles de gestionar. Cada día comenzábamos con un círculo de intercambio para ver el estado de ánimo de las personas y adaptar las actividades si era posible (los formadores fueron muy flexibles y pusieron mucho esfuerzo en hacer que la experiencia de aprendizaje fuera fácil).
Después de algunas dinámicas dentro para activarnos, comenzamos una dinámica de “walkie-talkie” por el bosque: nos dieron preguntas para reflexionar y, en parejas aleatorias, teníamos que debatir sobre ellas; en general, fue muy constructivo. El almuerzo fue genial: salmón con pasta. Por la tarde, tuvimos que elaborar 25 reglas juntos para una mejor convivencia, como, por ejemplo, decir “bora bora” cuando alguien empieza a hablar en su propio idioma frente a personas que no lo entienden. Las últimas actividades del día fueron al aire libre nuevamente: una consistía en observar desde qué diferentes posiciones y privilegios empezamos nuestras vidas y ser conscientes de ello; otra, que me gustó mucho, era expresar cuánto estás de acuerdo o en desacuerdo con ciertas frases y luego debatirlas (pero amigablemente). Sobre si el estrés es necesario o no, hubo argumentos interesantes de cada lado, y yo sigo en el lado del “NO” porque creo en otras formas de motivarse para obtener buenos resultados, pero fue interesante ver cómo algunas personas perciben el estrés como algo no totalmente negativo y cómo se puede aprender a gestionarlo y usarlo para mejorar.
Para finalizar el día, algunos de nosotros pedimos permiso y tomamos dos pequeños botes que nos pusieron amablemente a disposición, remando mar adentro, saltando y jugando juntos, experimentando la libertad y la belleza del entorno natural donde vivimos esos días durante el curso. Ya dentro de la casa, uno de los participantes de otro país comenzó a tocar la guitarra e hizo un pequeño concierto para nosotros; fue una manera muy hermosa de terminar el día. Realmente no quería dormir, pero también estaba mentalmente agotada por todo el trabajo emocional y de autoexploración que realizamos durante la jornada.
El segundo día comenzamos nuevamente con el círculo de intercambio, como siempre, y tuvimos que decir cómo nos sentíamos con un nuevo juego sobre el clima. Después hicimos un energizer y comenzamos la primera sesión, que consistió en aprender sobre las cinco áreas del bienestar. Tras una explicación teórica, nos invitaron a hacer una dinámica individual para explorar nuestras áreas y, si queríamos, compartirlas con otras personas; fue interesante y probablemente repetiré esa dinámica conmigo misma en momentos de mi vida en los que me sienta perdida. Creo que esta herramienta puede ayudarme a mí o a otros a conocer lo que ocurre dentro de nosotros.
Por la tarde, hicimos una pequeña caminata y durante la misma tuvimos actividades para explorar nuestros sentidos: con los ojos vendados, probando arándanos silvestres, siendo guiados por alguien o guiando a alguien más, y observando cómo nos sentimos más cómodos (guiar o ser guiado y preguntarnos por qué…). También realizamos actividades grupales en el bosque. Además, tuvimos que caminar en silencio durante unos minutos (no sé cuántos, pero para mí fue una eternidad) para reflexionar y conectar profundamente con nuestras emociones y con el entorno natural. A mí no me gustó mucho esta parte, pero estoy segura de que para otras personas fue relajante o útil.
Por la noche tuvimos la noche intercultural, una de mis partes favoritas en los proyectos. Aprendimos mucho sobre otros países, compartimos comidas típicas, mostramos nuestras tradiciones y bailes, y esto ayuda a comprendernos mejor y a reducir el choque intercultural.
El tercer día comenzamos con un taller teórico sobre herramientas para combatir el estrés. Fue un enfoque totalmente nuevo para mí sobre cómo manejar el estrés, y algunas de las herramientas pueden ser útiles, aunque creo que depende de cada persona; cada uno puede quedarse con una o dos herramientas que le sirvan. Después hicimos otra dinámica para dibujar y pintar nuestras emociones, y hablamos sobre empatía y cómo gestionar esas emociones que a veces escondemos pero que aún influyen en nuestro comportamiento.
Por la tarde, realizamos un taller muy intenso sobre miedos y, después, algunos de nosotros no nos encontrábamos bien y necesitamos tiempo para procesar las emociones; expusimos la situación a los formadores como grupo y nos dieron un descanso y apoyo a quienes lo necesitaban. En la sesión de la noche tuvimos una actividad para sentir el apoyo del grupo, lo cual ayudó mucho a recuperar sensación de seguridad, comodidad y felicidad; manejaron la situación perfectamente. Hablar sobre salud mental siempre es difícil.
Para finalizar el día, por la noche fuimos a la sauna y disfrutamos de la tradición finlandesa de entrar en la sauna y luego correr al frío, nadar en el mar y volver a la ducha rápida y la sauna nuevamente. Fue una sensación increíble, como si purificara nuestro cuerpo después de un día tan intenso emocionalmente.”
Ariel:
“13-09-2025 : Comenzamos el día hablando del concepto de sentimientos altos-bajos , placenteros-no placenteros , (High-Low, Pleasant-Unpleasant) en el que aprendimos a clasificar nuestros sentimientos de esta manera. Luego para activarnos jugamos a un juego colectivo llamado “La familia de pingüinos “ muy divertido y entretenido. Continuamos con el inicio del taller de “not-violence communication “ que abarcaría todo el día. Para empezar nos pusimos por parejas y aplicando los conocimientos sobre la comunicación no violenta , teníamos que resolver y afrontar una situación violenta. Después de que cada pareja explicara su actuación frente a la situación , nos dividieron en equipos para la siguiente actividad. Esta segunda actividad consistía en que en equipos teníamos que representar a modo de teatrillo una situación violenta y que nuestros compañeros substituyéndonos en el teatro resolvieran la situación de manera no violenta. Por último cerramos los talleres con una actividad de confianza en el que al aire libre nos tapábamos los ojos y caminábamos en círculos al rededor de nuestros compañeros , apoyándonos en ellos. Ya en nuestro tiempo libre por la noche hicimos una hoguera , cantamos canciones y comimos Marshmellows.
14-09-2025 Este día comenzamos con un taller en el que plasmamos nuestra creatividad en arcilla, usando nuestras manos. Fue una actividad muy divertida y relajante para empezar el día. Después nos separamos en grupos en base a nuestro conocimiento sobre la mente y teníamos que desarrollar un taller para hacer en nuestro lugar de origen. Una vez trabajado y desarrollado el taller cada grupo lo realizó con el resto de compañeros. Para mi fue muy interesante y gratificante ver que trabajando en equipo sacamos el taller adelante , a pesar de que al principio yo no sabia cómo afrontar la actividad. Y después de cenar toco noche de juegos de mesa como el Hombre Lobo.
15- 09-2025 Tocaba prepara el último día así que a modo de reflexión el primer taller consistía en dibujar un río que iba pasando por distintos lugares en nuestras libretas. El objetivo era representar el río como nuestro viaje en la experiencia y los lugares por los que pasaba el conocimiento aprendido. Posteriormente por equipos nos dividimos los apartados del Guide Book y los desarrollamos para poder usar los talleres de la experiencia en nuestro lugar de origen. Luego hicimos un ejercicio muy intenso en el que teníamos que escribirnos una carta a nuestro yo futuro que nos llegará dentro de un año . Después de esto ya sólo quedaba recoger , escribirnos las cartas de despedida los unos a los otros y revelar los secret friends. Y hicimos la revelación de estos mismo que fue muy emotivo y terminamos con la entrega de los diplomas youthpass. Por último en nuestras últimas horas en Finlandia pudimos disfrutar de la sauna y hacer una hoguera de despedida.”


The Erasmus+ training course “Where is My Mind?” was organized by @yhdessaig in cooperation with @droniorg and has been funded by the European Union. The opinions expressed in this work are the responsibility of the authors and do not necessarily reflect the official policy of the programme and/or other involved organizations.
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